domingo, 6 de marzo de 2011

Pedagogía del Oprimido...en el mundo


Magreb
La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.
Paulo Freire.
Leer a Paulo Freire -gran pedagogo brasileño y educador popular del siglo XX- en el contexto de los movimientos liberacionistas que se están dando en el Magreb, puede ser un punto de apoyo para observar, acercarse y tratar de comprender de forma sencilla y rápida, algunos de los motivos por los que estas acciones revolucionarias merecen ser estudiados bajo una óptica de la teoría del opresor-oprimido.

Para Freire, los movimientos de rebelión en el mundo revelan necesariamente peculiaridades de los espacios donde se originan y más aún, si en dichos movimientos participa la juventud. En el caso de los países árabes, la violencia generada por largos gobiernos dictatoriales de Túnez, Egipto, Libia, Argelia y en general de la zona de Oriente Medio, llevaron a la irremediable lucha del oprimido en contra de los intereses que lo minimizaron, aplicando leyes contrarias a los derechos humanos, como los "estados de emergencia" implementados durante años en la mayoría de estos países y mediante los cuáles se mantuvieron restringidos muchos de los derechos civiles y políticos de la población, provocando que toda una generación de jóvenes menores de 30 años naciera bajo regímenes de opresión y desconociendo las nociones elementales de la democracia y la libertad de expresión.


Berlusconi y Gadaffi
Aliados
La democracia es ahora un tema que interesa a toda esta juventud magrebí y que gracias a su ímpetu, ha logrado contagiar a sociedades enteras en su lucha de liberación y atraer así la mirada de la comunidad internacional. Gracias a la existencia de redes sociales -Facebook, Twitter y Bloggers- la población se pudo organizar colectivamente y sin liderazgos evidentes, impulsar una lucha por el cambio en gobiernos como Egipto y Túnez, sin embargo, en dictaduras más arcaicas como la de Libia, esta revolución se está convirtiendo en una guerra en donde el opresor de Gadaffi en su afán por mantenerse en el poder, se ha volteado hacia sus ciudadanos para asesinarles cruentamente, actuando impunemente por el respaldo que le ofrece estar sentado sobre una gran fuente de petróleo que tanto interesa a sus aliados occidentales.

No obstante la resistencia del opresor, en su análisis teórico, Freire explica que la única vía para lograr una auténtica liberación, es mediante la humanización de la colectividad a través de su concientización como seres individuales. En este caso, la instauración de los derechos humanos y el amor al prójimo podrían ser el eje rotor para la tranformación de una sociedad con visión Iushumanista en la cual se busque evitar la repetición de los roles opresor-oprimido.

El maestro Enrique Dussell, filósofo mexico-argentino y profesor en la Universidad Autónoma Metropolitana, publicó en el diario La Jornada, una columna en la que después de realizar un brevísimo análisis histórico de algunos movimientos liberacionales en el mundo, lanza una interesante hipótesis respecto a la visión latente y esperanzadora que pudieran tomar dichos movimientos revolucionarios en caso de fincar su actuar en el espíritu de acción de la Hermandad Musulmana, movimiento fundado por Hassan al-Banna (1906-1949) inspirado en una "renovación patriótica y musulmana, progresista, democrática, pedagógica y social" y que acorde a la pedagogía del oprimido, gracias a la acción colectiva de millones de hombres y mujeres musulmanas, estos Estados-Nación se encuentran ahora ante la posibilidad histórica de llegar a democracias en las que los derechos humanos sean una realidad para la población de ese hemisferio global. (Para quien esté interesado en la lectura del artículo del maetro Duseel, visitar el siguiente enlace: http://www.jornada.unam.mx/2011/03/06/index.php?section=opinion&article=022a1mun ).

Haciendo la analogía hacia nuestras sociedades latinoamericanas y guardadas todas las proporciones debidas, las comunidades de nuestro continente atraviesan en estos tiempos posmodernos por una constante opresión provocada por las élites sociales -oligarquias políticas, militares, medios privados de comunicación, economías basadas en sistemas capitalistas brutos y ahora en México, por la delincuencia organizada y el poder del narcotráfico- lo cual, debido a la amplitud de opresores a los cuáles enfrentarse, dificulta en gran medida esa capacidad natural que tiene la comunidad de trabajar de manera colectiva y organizada. La realidad es que los sistemas democráticos construidos en América Latina, están conceptualizados desde la lógica de la clase opresora, es decir, otorgando concesiones y pequeñas libertadas a las mayorías que sirvan como válvula de escapa para continuar así con el control total del Estado.

Democracias imperfectas, inseguridad pública generalizada, educación limitada y de pobres contenidos, falta de empleo y poderes estatales coludidos (Ejecutivo-Judicial-Legislativo), han logrado mantener a nuestras sociedades oprimidas a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Parecería que nos enfrentamos a un panorama desolador, sin embargo, el ejemplo árabe es digno de compartirse y comunicarlo en los lugares donde habitualmente nos reunimos y por ello, aplicando la teoría de Freire, el diálogo y la comunicación educativa colectiva son las vías de acceso a una auténtica tranformación social, construido a partir de una filosofía Iushumanista.

Bibliografía:

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