domingo, 29 de mayo de 2011

NBA, Discriminación y responsabilidad ciudadana.

Artículo publicado en el sitio http://djovenes.org/archivo/

*Ivan Ricardo Pérez Vitela

Dirk Nowitzky vs Lebron James
Seguramente todas y todos aquellos amantes del basquetbol deberán estar enterados de la pronta culminación de la temporada 2010-2011 de la NBA (National Basketball Association por sus siglas en inglés), en donde los Mavericks de Dallas, comandados por el alemán Dirk Nowitzky se enfrentarán al trabuco de equipo de Miami con sus estrellas Lebron James, Dwyane Wade y Chris Bosh. Una liga extraordinaria de basquetbol en donde los mejores exponentes a nivel mundial del deporte ráfaga, se concentran año con año para brindarnos un espectáculo de emociones deportivas. Entiendo que no es muy bueno dar pronósticos tan aventurados y aunque soy un Laker de corazón, el juego de los Mavs y Nowitzky me han llenado el ojo como para apoyarles con todo en estas finales, tal y como lo hice en aquella ocasión en que perdieron ante el mismo Miami en 2006.

Seguramente el lector de estos párrafos se estará preguntando, ¿y qué tiene que ver la NBA con la discriminación y la responsabilidad ciudadana? Bueno, pues expongo aquí mis razonamientos y argumentos. La NBA se ha caracterizado históricamente por ser una liga con conciencia social, es decir, a nivel ejecutivo y directivo, existe la preocupación e interés por desarrollar programas en los que el deporte y la solidaridad humana se combinen por medio de la interacción de los jugadores en proyectos y causas sociales. El programa NBA cares -A la NBA le importa-, da testimonio de ello y para conocer un poco más sobre sus labores altruistas vale la pena visitar el siguiente enlace http://www.nba.com/nba_cares/.

Sin embargo, la naturaleza humana en muchas ocasiones es débil y la emoción al calor de las jugadas, puede provocar el nacimiento de frustraciones que se ven reflejadas en agresiones o insultos de toda índole. En la NBA esta temporada se vivieron dos claros ejemplos de lenguaje discriminatorio homofóbico en jugadores emblemáticos: Kobe Bryant, estrella de los Lakers de los Ángeles y Joakim Noah, centro pivot de los Toros de Chicago. En ambos casos, la frustración del juego desembocó en insultos homofóbicos que pudieron ser detectados por las pantallas de televisión y principalmente, por los ejecutivos de la liga. Ante ello y sin mayor trámite o tardanza, la liga no lo pensó dos veces y sancionó severamente a ambos jugadores. Bryan fue multado con 100,000 dólares (equivalente a 1 millón 166 520 pesos) y Noah por su parte, se hizo acreedor a una multa de 50,000 dólares (la mitad en pesos de la cifra impuesta a Bryant). El mensaje para jugadores, entrenadores, aficionados y en general para toda la sociedad fue bastante claro, este tipo de actitudes discriminatorias no serán toleradas en una liga profesional a la que siguen millones de personas alrededor del mundo. Fue un alto frontal a la discriminación homofóbica en cualquiera de sus expresiones.

Como resultado de ello, tanto Bryant como Noah además del castigo económico, tuvieron que emitir disculpas públicas por su comportamiento y expresar su arrepentimiento al señalar que estas frases en realidad no formaban parte de su manera de pensar o actuar.

Pero ¿a qué nos lleva este recuento de sucesos?, a una reflexión sencilla pero a su vez, difícil de implementar en nuestro contexto nacional. El CONAPRED (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación) publicó recientemente los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Discriminación en México 2010, en los cuales lamentablemente salimos reprobados como sociedad. Como soporte de esta afirmación, van aquí algunas cifras que dan cuenta de ello: De una muestra de 52 mil 95 personas entrevistadas en las zonas metropolitanas de Cd. Juárez, León, Puebla, Querétaro, Tijuana, Toluca, Torreón, Guadalajara, Monterrey, Distrito Federal, Tapachula y Tenosique, se encontró que 43.7% de la población NO estaría dispuesto a vivir con personas homosexuales. Asimismo, ante la pregunta ¿Cuál cree usted que es el principal problema para las personas homosexuales, lesbianas y bisexuales en México, hoy en día?, las respuestas fueron igualmente demoledoras, Discriminación 52%, Falta de aceptación 26.2%, críticas/burlas 6.2%, Respeto 6.1%, por lo que estos simples datos nos hablan de que hoy en México la discriminación homofóbica sigue siendo una grave costumbre arraigada en nuestra sociedad. Para revisar los datos estadísticos de la encuesta, acudir a http://www.conapred.org.mx/.

Y aquí viene la conexión argumentativa con las políticas implementadas por la NBA para abatir la discriminación. Si bien esta liga deportiva profesional persigue entre sus múltiples objetos intereses económicos, no por ello deja de asumir su responsabilidad como una entidad privada, es decir, ciudadanos y ciudadanas que organizados de manera particular y sin relación con el gobierno o autoridad estatal, han decidido hacer una apuesta más allá de los intereses comerciales al promover un visión de integración, respeto a la diversidad y lucha contra la discriminación en cualquiera de sus modalidades. Sin duda alguna esta liga deportiva debería ser un ejemplo a seguir por todos aquellos grupos y asociaciones que pretenden hacer del deporte algo más que simple entretenimiento y recaudación de dinero. Imaginen la influencia para abatir el flagelo cultural de la discriminación en nuestro país si la Federación Mexicana de Futbol decidiera asumir como política seria y determinante la promoción de los derechos humanos y la lucha contra la discriminación a partir de un compromiso social con las y los millones de aficionados que gustan del futbol, sin duda el mensaje de respeto, aceptación y cero tolerancia a la discriminación sería más escuchado por la juventud en este país y así poco a poco se iría caminado hacia el cambio cultural que tanto requiere este país. Hoy puedo decir que disfrutaré de mejor manera las finales de la NBA al saber que es una liga solidaria con aquellos sectores sociales menos favorecidos.

*Consultor en Derechos Humanos y alumno de la Maestría en Derecho por la UNAM.
  Twitter: @telattecaf

martes, 10 de mayo de 2011

Partidos políticos, Senado y gasto público ¿hasta cuando?





Sen. Alejandro González Alcocer (PAN)
Hay ocasiones que una imagen dice más que mil palabras. El Senador Alejandro González Alcocer, de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) con una pose de intelectual disfrutando una película de Cantinflas Por mis Pistolas. Nada tendría de relevante esta fotografía si no fuera porque la misma se se tomó en plena sesión de trabajo del Senado de República. Cielos, que imagen para la ciudadanía observar la forma en que los recursos públicos de nuestros impuestos se dilapidan por la clase política nacional.

Una tableta electrónica -Ipad- destinada a cada uno de los 128 senadores y senadoras para el desarrollo de su trabajo legislativo. Me pregunto ¿cuántas de estas computadoras serán destinadas a otras funciones distintas a las legislativas como en el caso que nos ocupa? la respuesta puede parecer bastante sencilla, el grueso de estas computadoras únicamente servirán como juguete nuevo para estas personas que aburridas de sus labores, no saben utilizarlas más que como simples medios de entretenimiento audiovisual o peor aún, como regalo sexenal para su familiares.

Pero las cosas no terminan aquí, todo fuera como criticar a un Senador aburrido de sus actividades legislativas. El problema en realidad es de fondo, de toda la clase política de este país que día a día se han encargado de dilapidar las arcas públicas de la Nación en su propio beneficio. Una muestra de ello es la siguiente imagen.


Senado de la República
Espectacular Bunker diseñado para las necesidades más elementales de nuestros representantes populares, el culto al ego a partir de la demagogia, sueño dorado de muchos políticos y políticas emergentes de los principales partidos políticos del país PRI, PAN, PRD y uno que otro más de la llamada chiquillada partidista. Revisando las diferentes fuentes en los medios, se presume que el nuevo edificio del Senado de la República tuvo un costo de dos mil 563 millones de pesos, una cifra enorme para garantizar que los políticos que ocuparán durante lapsos de 6 años dichas instalaciones, cuenten con todas las atenciones para las necesidades "legislativas" que requieran.

Por otra parte, el presupuesto que año con año se distribuye entre los partidos políticos raya en el absurdo, por ejemplo estas tres fuerzas políticas recibirán poco más de dos mil millones, de los tres mil 176 millones que como financiamiento público se otorgará a los siete partidos con registro ante el Instituto Federal Electoral: Nueva Alianza, del Trabajo, Convergencia, Verde Ecologista de México-. De éstos, será el PRI el que reciba más recursos, seguido del PAN y el PRD.

Y así la lista de recursos públicos y dinero otorgados a los políticos de México puede llegar a ser infinita y abrumadora, mientras al mismo tiempo millones y millones de hogares viven en niveles de pobreza o pobreza extrema. Reflexionando sobre las elecciones que vendrán en el Estado de México y las presidenciales en 2012 la pregunta que cabe es ¿hasta cuándo?....... ¿hasta cuándo podremos resistir los mexicanos y mexicanas estas condiciones indignas de hacer política? ¿hasta cuándo habrá un movimiento social que ponga un alto a tanta dilapidación? ¿hasta cuándo tendremos una clase política que lo único que cuida son son intereses particulares y de grupo? ¿hasta cuándo México vivirá una auténtica democracia? ¿hasta cuándo tendremos un Estado de Derecho?

Falta mucho por hacer para corregir el rumbo, la Marcha Nacional por la Paz nos dio un ejemplo de organización ciudadana. Los ejercicios tienen que seguir, el intercambio de ideas y propuestas tiene que escucharse más fuerte, la movilización debe continuar. Algunas respuestas probables a estas preguntas podrían ser las siguientes:
  • Hasta que la ciudadanía se organice y forme un frente amplio y compacto para elegir a sus representantes practicando la rendición de cuentas, la transparencia y una adecuada planeación administrativa del presupuesto;
  • Hasta que decidamos bajar el presupuesto a los partidos políticos;
  • Hasta que decidamos exigir la reducción de salarios y privilegios excesivos de los políticos;
  • Hasta que votemos por auténticos ciudadanos y ciudadanas que se preocupen por las necesidades del país.
  • Hasta que la población que acude a votar en cada elección, tenga una auténtica educación ciudadana
La lista de respuestas puede ampliarse hasta donde nos de la imaginación, sin embargo, lo importante es procurar propuestas viables y colectivas que cohesionen el tejido social. la tarea es grande pero las rutas están al alcance de cada uno de nosotros. Participar hoy en una organización ciudadana será la única vía de lograr los cambios anhelados.

¿Hasta cuándo?