COVID-19 y Discriminación
Hola que tal, te saludo desde
mi hogar en donde, al igual que tú y millones de personas en el planeta, nos
encontramos confinadas con la esperanza de vencer una nueva pandemia que azota
a la humanidad ahora en el siglo XXI.
El mundialmente conocido
COVID-19, ha logrado en 4 meses, colocar en jaque a todas las sociedades y
economías de este mundo globalizado, en donde en plena modernidad y adelanto de
las tecnologías, la naturaleza se encargó de hacernos recordar de manera
abrupta, lo verdaderamente frágiles que somos como raza humana.
Para quienes nos dedicamos a
estudiar a la sociedad y sus comportamientos en diferentes momentos, los
acontecimientos ocurridos durante los últimos meses, han logrado evidenciar el
fenómeno de la discriminación como un problema con profundas raíces en todas
las sociedades del planeta.
Cuando inició el brote del
nuevo coronavirus en China, inmediatamente el resto de la sociedad comenzamos a
juzgar algunos aspectos de la cultura alimenticia china, sin embargo, de forma
prejuiciosa rápidamente encontramos una justificante para señalarles como
culpables de crear el nuevo virus.
Conforme el contagio empezó a
esparcirse en Europa, el fenómeno discriminatorio también hizo fuerte presencia
en países como Italia, España, Inglaterra, Francia, donde gobiernos
progresistas dictaron medidas extremas como el cierre de fronteras,
cancelaciones de vuelos y turismo con otros países. Ante dichas medidas
restrictivas, se detectaron múltiples expresiones racistas y xenófobas contra
personas con rasgos asiáticos, señalándoles como responsables de traer el
contagio hacia el resto del mundo.
Recuerdo cuando al iniciar el
brote del virus en nuestro continente, hubo un crucero proveniente del Caribe
que de manera aparente, tenía pasajeros contagiados por el COVID-19. La
respuesta de buena parte de la sociedad fue señalar y condenar la decisión
humanitaria del gobierno de México por permitir su desembarco, demostrando con
ello, la discriminación y falta de empatía con los derechos humanos.
Resulta preocupante que el
personal de salud dedicado a las labores de atención a las personas afectadas
por el COVID-19 en nuestro país, hayan sido atacadas, señaladas, ofendidas y
discriminadas al momento de trasladarse a su centro de trabajo o regresar a sus
casas. Llama la atención hechos sucedidos en Nuevo León, Ciudad de México,
Querétaro, Yucatán, Tamaulipas donde se han presentado casos que van desde
lanzar ofensas, no aceptar su presencia en el transporte público o más grave
aún, mediante agresiones directas como por ejemplo, lanzar cloro de manera
directa al cuerpo de un joven enfermero mientras caminaba por la calle.
Ante acontecimientos tan
graves como estos, la Secretaría de Salud y el Consejo Nacional para Prevenir
la Discriminación (CONAPRED), salieron en conferencia de prensa para denunciar
y hacer un llamado a la población a eliminar este tipo de expresiones basados
en la ignorancia y el miedo irracional.
La discriminación es otro de
los virus a los que nos vamos a enfrentar en medio de la pandemia del COVID-19,
provocada por el miedo y la desinformación como principales detonantes. Por
ello, resulta relevante hacer un llamado a las autoridades y a la sociedad en
su conjunto, para considerar a este grave flagelo como un problema que debe ser
tratado al mismo nivel de seguridad nacional, en cuya estrategia, de no abordarse
de manera seria y profunda, podría provocar profundas divisiones ante el
problema de salud pública y económico que se avecina de manera grave para
México y para el planeta en su conjunto.
Ya lo dijo el Subsecretario
Hugo López Gatell, las próximas semanas y meses serán los más complicados para
México y porque no decirlo, para el mundo occidental, por ello, ante la gran
incertidumbre que se aproxima, desde Cultura DH, consideramos relevante
hacer un llamado para reflexionar en la manera que nos vemos en nuestros
propios hogares y en el escaso espacio público que nos queda ahora. Debemos
cerrar con todos los instrumentos que tengamos a nuestro alcance, las
expresiones y muestras de discriminación ante lo que consideremos infundadamente
peligroso o diferente, porque de lo contrario, el día que regresemos a las
calles, encontraremos un mundo mucho más fracturado y ante el cual no se podrá volver
a encontrar un espacio de paz social.
Con esta reflexión cierro mi
participación de hoy:
Por favor, QUEDATE EN CASA Y NO DISCRIMINES.