miércoles, 27 de octubre de 2010

Derechos humanos en Querétaro, crisis de identidad en la CEDH

Cuando una persona piensa en una Comisión de Derechos Humanos, lo primero que imagina es que es una institución noble encargada de velar por la defensa, promoción, difusión y educación de los Derechos Humanos. También, en el imaginario de la ciudadanía, se piensa que el personal que labora en este tipo de instituciones es gente con calidad moral y valores de justicia, equidad, democracia, transparencia, pero sobre todo con un compromiso social en la defensa de los Derehos Humanos.

Sin embargo, la realidad no siempre es así y de pronto uno despierta de ese "utópico" sueño, para darse cuenta lo profundo que puede llegar a caer una institución creada para promover una cultura de legalidad entre la población y el Estado. Lamentablemente, en Querétaro las últimas noticias en medios locales son los atropellos y desviaciones de recursos públicos cometidas por el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Adolfo Ortega en contra del personal y del herario público. Casos de maltrato, espionaje y tortura son algunos destellos que de pronto han saltado ante la opinión pública.

Imagino la difícil situación en que el personal de este Organismo de Derechos Humanos trata de desarrollar sus labores día con día y después de leer algunos testimonios, no dejo de pensar en un equivalente "bullying" laboral. Mi solidaridad para los servidores públicos que valientemente han decidido enfrentar las injusticias, la prepotencia y el acoso laboral. No es sencillo dejar el miedo a un lado y atreverse a denunciar este tipo de actos.

Pero más allá del conflicto laboral al interior de la CEDH de Querétaro, considero neceario ir un poco más allá y preguntarse por el trabajo que ha hecho Adolfo Ortega desde que es Ombudsman. Cuál ha sido su desempeño como defensor del pueblo, ¿qué políticas de transparencia hay para la ciudadanía para conocer el trabajo de la institución?, los informes anuales de actividades ¿realmente reflejan el accionar de la Comisión?

Querétaro es un Estado que tiene varios municipios en los cuales, sin duda sus habitantes requieren del apoyo y orientación de instituciones como lo que representa una Comisión de Derechos Humanos, basta recordar el caso de las indígenas queretanas "secuestradoras de judiciales" y por los que Adolfo Ortega no hizo nada. Incluso a nivel ciudad de Querétaro cuenta con delegaciones en donde la ciudadanía acude con la autoridad administrativa y en donde seguramente la presencia de la Comisión facilitaría la interacción entre ciudadanía y autoridades.

No es suficiente organizar eventos masivos e invitar a oradores motivadores para implementar una real política en materia de Derechos Humanos. No es suficiente contar un programa "antro-consentido" como modelo de educación en derechos humanos. La sociedad civil en Qurétaro debe reflexionar sobre esta situación y preguntarse ¿qué harán los representantes del pueblo -diputados y diputadas- ante estas graves denuncias?

El poder ejecutivo no debe permaner alejado de este problema. Sin duda, el herario público está siendo afectado y por lo menos, la Contraloría debería investigar minuciosamente cada una de las denuncias presentadas ante el Congreso local. Iniciar una investigación de oficio es lo mínimo que podría hacer para dilucidar estas acusaciones.

El Congreso y la sociedad queretana están frente a una oportunidad para corregir el rumbo y determinar primeramente la destitución de Adolfo Ortega. Posteriormente, abrir una convocatoria para determinar el nombramiento de una persona que efectivamente tenga la altura moral, valores cívicos y democráticos, comprometido con la transparencia y sobre todo con la ciudadanía y sus derechos humanos. Se requiere de alguien con experiencia y capacidad de diálogo e interlocusión, de alguien que aglutine el sentir de las organizaciones sociales y entienda los diferentes problemas que un Estado como Querétaro representa, porque Querétaro no es solamente la capital, existen miles de personas en sus municipios que mercen una atención digna y con visión de derechos humanos.

Lo único que queda ahora es esperar que el Congreso tome una decisión correcta y actúe con justicia y visión estadista por el bien de la ciudadanía queretana.

(Para mayores elementos agrego el link del Diario de Querétaro respecto a esta problemática)
http://www.oem.com.mx/diariodequeretaro/notas/n1832010.htm